jueves, 22 de enero de 2009

Y, a la prensa, ¡un diluvio se le viene!

El cotarro mediático, concretamente aquel que tiene como soporte el papel, está nervioso y cunden los rumores, las versiones y las peores predicciones. Los grandes “popes” de la industria pronostican que está en vías de extinción y tratan de agarrarse con las uñas al recurso tecnológico al que secretamente aborrecen.

Juan Luis Cebrián, de El País soltó su andanada el lunes, al mes que su principal rival, Pedro J. Ramírez, de El Mundo, dijese también unas cuantas cosas. La verdad es que el público, por una u otra razón, ya no ve al periódico en papel como la mejor alternativa para informarse y lenta pero en forma sostenida está migrando a otros soportes.

La televisión, la web y la radio, en su orden, atraen y esto ocurre a nivel mundial. Como consecuencia los ingresos por publicidad caen y aquellos que se adelantan a los acontecimientos, avizoran serian dificultades para los diarios, a corto, mediano y largo plazo, incentivado ello por la actual situación de crisis económica generalizada.

Este blog reprodujo el 28 de noviembre los conceptos anticipados de Ramírez y el martes último copió la versión que El País proporcionó a sus lectores sobre lo dicho por Cebrián. Cabe ver entonces la ampliación del pronunciamiento del Director de El Mundo, fechada el 18 de diciembre.

El mensaje ya no es el medio, ahora la marca es el mensaje”

Pedro J. Ramírez analiza la situación del sector ante la crisis y augura estructuras multisoporte en los grupos de comunicación
«Ha llegado el momento de derribar la estatua». Como los mitos, como los dictadores, como las normas que constriñen. Teoría y práctica de la comunicación en boca de Pedro J. Ramírez, apasionado declarado y demostrado del periodismo, más allá de las opiniones de seguidores y detractores. «Y permítanme que sea yo quien la derribe». El director de EL MUNDO atrapa la realidad y se dispone a reformular a McLuhan: «El mensaje ya no es el medio, el mensaje es la marca».
No hay en el sector nadie que no hable de la crisis, de sus efectos en el presente y, sobre todo, en el futuro. A eso, a analizar la situación, fue invitado ayer Ramírez en el Foro de la Nueva Comunicación. Y de ahí la proclama que redibuja el panorama con un discurso alejado del catastrofismo y una visión optimista para el ánimo colectivo. La tesis de partida: la crisis no debe ser un problema, sino una oportunidad para mejorar. Y tres claves para entenderlo todo: la información es lo importante; Internet, la revolución, y la integración de todos los soportes, el futuro.
«La marca es el mensaje porque el soporte ya no es el medio. Es la marca la que desarrolla los atributos ideológicos y estéticos que determinan la relación de confianza con los lectores», diagnostica con otra certeza: «Lo importante es saber cómo atraer a los lectores». Y éstos, sostiene el periodista, demandarán información, seguirán estando dispuestos a pagarla y lo de menos será cómo la reciban. «No importará si es en papel o en un disco duro, importará la marca. El futuro está en los grupos de comunicación multisoporte que sepan adaptarse».
Los lectores de El MUNDO y de elmundo.es podrán comprobar parte de la puesta en práctica del concepto a partir del próximo enero. Para entonces anunció Ramírez el que será «el primer relanzamiento integrado de un medio, que incluirá nuevos formatos muy innovadores con una columna vertebral que será el periodismo de calidad para divulgar información relevante y veraz».
Nuevo diseño y nuevos contenidos en ambos soportes, cuyas novedades se suman a las estrenadas el martes en Expansión. «El Grupo Unidad Editorial goza de una excelente salud», celebró Pedro J. Ramírez con la mirada en el presente, «todas las cabeceras son rentables: EL MUNDO, Marca, Expansión, las revistas..., y según el último EGM, Unidad Editorial sigue siendo el grupo con más lectores de España».
«Si bien es verdad que hay elementos inquietantes -caída de los ingresos publicitarios-, hay un horizonte inmenso», sostiene el periodista, a quien le gustaría ver cambiar otra cosa en los medios: la guerra de las promociones, lo que él denomina el dumping del edredón. «Ya no se venden periódicos, se compran lectores». Y por eso propuso ayer un pacto a todos los grupos de comunicación para eliminar lo que, a su juicio, se ha demostrado poco rentable dados los resultados. «Nosotros, invirtiendo bastante menos que la competencia en vajillas, edredones y cacerolas, cada vez nos acercamos más en difusión al periódico que nos antecede y mantenemos la distancia abismal respecto al que nos sigue».
Hay algo más que Pedro J. Ramírez quiere ver desaparecer: las televisiones públicas. Frente a la petición de ayudas públicas realizada la semana pasada por la Asociación de Editores de Diarios de España para superar la caída de la publicidad, él propone esta medida como la más eficaz para recuperar ingresos por anuncios. «¿Qué le pido al Gobierno? No queremos ayudas directas, no queremos ayudas que condicionan, pero sí exigimos que el Gobierno deje de detraer recursos tan importantes con las televisiones públicas».
«Yo lo que pido es que cierren todas ellas, que nos cuestan más de 2.000 millones de euros. No tiene sentido su existencia. Si no hay periódicos públicos, ¿por qué tiene que haber televisiones públicas? Si los políticos quieren seguir dándose el gusto de pagarse sus botafumeiros a cargo del contribuyente, que lo hagan, pero que lo digan a las claras», reclama el director de EL MUNDO.
La propuesta comparte la tesis de las televisiones privadas porque «la suya es también nuestra causa», a decir de Ramírez, que con el mismo argumento que fundamenta su defensa del grupo multisoporte, propone la unión de todas las asociaciones del sector -televisión, radio, editores de diarios e Internet- «para crear una asociación fuerte de editores multisoporte capaz de plantear una visión integral del periodismo del futuro».
Futuro... «Los grupos de comunicación seremos capaces de encontrar el buen camino», sostiene el director de EL MUNDO. «Nosotros sabemos bien lo que queremos hacer y no cometeremos el error de encomendar la gestión del grupo a un periodista arrogante porque los periodistas arrogantes no sabemos hacer eso». Presente... «Vivimos la transformación más revolucionaria que se ha operado desde el nacimiento de la imprenta».
Y pasado... Ramírez ve los 20 años que cumplirá el diario en 2009. Y recuerda la noche anterior a la conferencia en otro cumpleaños. Y recupera una cita para la ocasión que toma prestada de Lincoln casi como una declaración de principios: «Al final, no son los años de tu vida lo importante, sino la vida que haya en tus años».

Y vienen los comentarios

Respecto a lo dicho, Leandro Pérez Miguel de www.gentedigital.es habló vía www.facebook.com con José Luis Orihuela, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y editor del sitio www.ecuaderno.com El diálogo que ejemplifica cuáles son las potencialidades de una red social como Facebook puede seguirse en el link http://www.gentedigital.es/blogs/gentedeinternet/32/blog-post/585/j-l-orihuela-ya-era-hora-de-que-los-medios-comenzaran-a-reconocer-que-tienen-que-reinventarse/

Otro comentario

El sitio www.caspa.tv escribió este miércoles 21 de enero lo que sigue:

La industria de periódicos ha acabado pero no han dimitido sus fundadores

"La industria de los periódicos, nacida en el siglo XIX de la mano de la revolución industrial, se ha acabado." Con esta frase abre el diario El País una información que celebra el anuncio realizado por el consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, a toda la redacción del periódico para intentar parar una nueva huelga, debido a la incertidumbre existente dentro de la empresa de cara al futuro. El País ha anunciado que en menos de tres meses se va a producir una reunificación de las redacciones digital e impresa para tener capacidad de supervivencia. Un anuncio que debe actuar en consecuencia: ¿Veremos a un empleado curtido en la versión digital asumir responsabilidades en la compañía o será un "apártate niño, que vienen los profesionales"?
No son los únicos. La lamentable noticia del cierre de ADN.es y el posterior anuncio de que la versión digital será mantenida desde la redacción impresa va en esta misma línea. ¿No hubiera sido mejor despedir a la redacción de papel y hacer dos ediciones desde la digital?
Sin hacer sangre de errores del pasado, como cerrar la edición bajo siete llaves, diré que estas empresas sólo han tardado 10 años en darse cuenta del cambio social que se estaba produciendo. Ahora los periódicos se lanzan a inventar de nuevo Internet. Sino fuera por los 3.000 periodistas despedidos en el último año en España, me moría de la risa.

Internet sólo para vender más periódicos

Para Cebrián y otros ejecutivos de medios de todo el mundo, Internet era un pozo donde tirar contenidos de la versión impresa para vender más periódicos de papel. Nunca pensaron ni quisieron imaginar que se iba a convertir de una forma tan brusca y acelerada en el principal canal.
Hemos pasado en pocos años de "el internauta exigente empieza a comprender que el todo gratis en la Red no es precisamente sinónimo de calidad y fiabilidad" a "EL PAÍS se refunda para ofrecer contenidos singulares y de calidad, aprovechar el acceso a los lectores a través de la Red, y distinguirse dentro del exceso de oferta informativa actual.".
De "ha llegado el momento de trasladar a Internet la lógica que rige en el mercado tradicional de prensa: lo que tiene valor, cuesta" a "En cinco años, con toda seguridad existirán periódicos escritos. Dentro de 10, si se hacen las cosas precisas, a lo mejor, probablemente sí".
Ahora, estos cambios acelerados se van a producir como cuando te das cuenta la noche anterior de que al día siguiente tienes un examen final de carrera. Una reconversión industrial que va a costar sangre, sudor y lágrimas en este tipo de empresas, ya que sus estructuras actuales no están preparadas para afrontar estos nuevos retos. Ahora es el turno de correr y de intentar hacer algo, aunque sea morir con las botas puestas antes de asumir los errores.

Nuevos frentes, misma mentalidad

El problema de estos ejecutivos es que siguen pensando con la misma base estructural en su cabeza: "Si antes tenía un canal, ahora voy a tener múltiples, uno por cada pantalla donde alguien sea capaz de leer dos párrafos". Sin embargo, se vuelven a equivocar. ¿Quén dedica hoy una hora al día en leer un periódico completo? Ni el corrector del medio -a tenor de los errores que se publican- lo hace.
Hemos pasado de leer 50 noticias de una sola fuente (un periódico impreso) durante una hora, a leer en ese mismo espacio de tiempo 50 fuentes de cualquier clase y condición. El consumo actual no se hace de un único medio sino de múltiples fuentes en ese mismo tiempo. Si a esto le unimos que actualmente el porcentaje de negocio -en cuanto a facturación publicitaria en Internet en España- está por debajo del 15% (según mis propias estimaciones) con respecto al total del mercado. Nos encontramos con que la posición que ocupan los medios en Internet, en cuanto a peso, es muy inferior al que tenían cuando no existía Internet como fuente de información. Son empresas que tienen a la fuerza que soltar lastre: Desde edificios a mentalidades. ¿Lo conseguirán? Que se lo pregunten a las productoras audiovisuales de TDT.

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