El 90% de los indígenas americanos murió enfermo tras el contacto con los europeos, los aborígenes que viven en su propia tierra viven diez años más que los reubicados, la tasa de infección de VIH de los papúes es 15 veces mayor que la nacional, son algunas de las conclusiones de un informe conocido hoy
El progreso tal y como se entiende en la cultura occidental ha significado la devastación para los pueblos indígenas. "El desarrollo destroza su cultura y su sentido de cómo vivir en este mundo", aseguró Miguel Ángel del Ser, portavoz de la organización Survival Internacional.
Los cambios repentinos en su entorno y su sociedad conllevan rápidos incrementos de las tasas de mortalidad, según el informe presentado por la ONG 'El progreso puede matar', que estudia las trágicas consecuencias que el desarrollo tiene para los pueblos indígenas. Un ejemplo es la disminución de entre 17 y 20 años la esperanza de vida de los aborígenes australianos en comparación con el resto de habitantes.
"El 'progreso', desde la construcción de carreteras hasta los reasentamientos, trae consigo prostitución, abuso de mujeres y niños, así como enfermedades sexuales", indica el informe.
El simple contacto con foráneos ha provocado la disminución de muchos poblados entre un 20 y un 80% por culpa de epidemias y enfermedades desconocidas para ellos. "Se puede hablar de exterminio, quizás no premeditado pero se está haciendo", sentencia Del Ser.
Los indígenas de todo el mundo sufren la reubicación y el asentamiento forzosos, y se ven a sí mismos en un entorno al que no están acostumbrados, quedando "alienados y sin esperanza". Ante esta situación muchos "entran en la adicción a las drogas como el pegamento o la gasolina", añadió el portavoz de la organización. Un dato que lo confirma es que un tercio de los niños innu inhala gasolina.
Tierra: fuente de vida
"En Canadá, los grupos indígenas que han perdido la conexión con sus tierras presentan tasas de suicidio diez veces superiores a la media nacional, mientras los que tienen vínculos fuertes a menudo ni lo conocen", señala el informe.
Según la investigación de Survival, mantener el control de sus tierras es la fuente de salud para los poblados indígenas. Los pueblos indígenas que viven en sus propias tierras, controlando su adaptación, son pobres en términos monetarios, pero su calidad de vida y salud es visiblemente mejor que la de muchos de sus compatriotas, apunta el informe. Los poblados indígenas necesitan atención sanitaria moderna que combata las enfermedades foráneas pero sin destruir su medicina tradicional.
"No rechazamos el progreso, pero deben ser ellos quienes eligan lo que quieran de nuestro progreso y se desarrollen como quieran", explicó el responsable de la campaña. La opinión pública es "quien puede cambiar este sentido del 'desarrollo' forzando a sus gobiernos a tomar medidas", concluyó.
Tomado de www.elmundo.es
El informe está disponibles en las páginas:
http://www.survival.es/files/campaigns/PCK_SPANISH_LONG.pdf http://www.survival.es/files/news/PPM_informe_resumido.pdf
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